Comunidades campesinas de Cusco crean soluciones para la crisis climática y alimentaria

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En el marco de la séptima fase operativa del Programa de Pequeñas Donaciones del GEF (PPD) que lidera el Ministerio del Ambiente (MINAM) e implementa el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), seis comunidades altoandinas de Cusco vienen fortaleciendo sus capacidades y creando soluciones innovadoras para enfrentar la crisis climática y alimentaria. Conoce cuáles son y cómo avanzan hacia el desarrollo sostenible.

Ruta del cambio climático: fortaleciendo el turismo comunitario

La comunidad campesina Phinaya-Pitumarca busca fomentar el turismo y la conservación de recursos naturales y culturales en la ruta que une la laguna Sibinacocha con el glaciar Quelccaya, en el Área de Conservación Regional Ausangate. El circuito turístico que planea implementar la comunidad busca poner en evidencia el impacto del cambio climático en ecosistemas de montaña.

Como punto de partida, los integrantes de la comunidad realizaron un levantamiento de datos georreferenciados y diseñaron la ruta turística del cambio climático en la comunidad de Phinaya. Posteriormente implementaron paneles informativos y señalética adecuada para el facilitar el turismo en la zona.

El mirador Casccaraqocha es uno de los puntos estratégicos identificados para el turismo. En este punto se habilitó un panel informativo sobre aves características de la zona. Asimismo, para identificar los sitios con mayor potencial desarrollaron talleres de sensibilización y conservación ambiental. 
Para crear infraestructura turística adaptada al creciente flujo de turistas del ACR, la comunidad trabajó en la instalación de servicios higiénicos ecológicos, así como un restaurante y una tienda turística donde podrán ofrecer productos de la zona.

La ruta apunta a convertirse en un centro importante del turismo comunitario en Cusco. Por ello, la comunidad ha fortalecido capacidades de gestión del turismo sostenible, atención al público, guiado y gastronomía novoandina. También ha acondicionado sus viviendas para brindar servicios de alojamiento a los turistas

El cañón de Sacca es uno de los principales atractivos turísticos de la ruta. Para mejorar el acceso a la zona la comunidad trabajo junto al municipio distrital para refaccionar la trocha carrozable que conduce al glaciar Quelccaya.

Conectando saberes para conservar ecosistemas

La Asociación para Conservación y Estudio de Montañas Andino Amazónicas (ACEMAA) y la comunidad Chillca, ubicada también en el distrito de Pitumarca, buscan mejorar los sistemas de uso pastoril y los servicios ecosistémicos hídricos para contribuir a la creación de un Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MERESE) al sureste del nevado Ausangate. Para ello, han creado un sistema de monitoreo hidrológico comunitario con amplia participación de mujeres.

Estudios iniciales. Para elaborar la línea de base del proyecto se recogió información la biodiversidad existente en los bofedales y pastizales de la comunidad. También se evaluaron las prácticas de uso y manejo más eficientes que implementa la comunidad para mejorar los servicios ambientales hídricos. Se identificó que al menos el 50% de familias hace un uso pastoril de los ecosistemas.
Monitoreo comunitario único en la zona. Se implementó un sistema de monitoreo comunitario hidrológico que cuenta con 80 puntos de observación de capa freática ubicados en seis microcuencas y doce pluviómetros en ocho microcuencas. 

Monitoreo con enfoque de género. Tomando en cuenta que las mujeres son las principales usuarias del agua en los Andes, como parte del proyecto se fortalecieron capacidades de diez monitoras en dos microcuencas, quienes ahora lideran la iniciativa mejorando sus oportunidades de desarrollo.

La comunidad también ha elaborado un plan de restauración de ecosistemas que incluye la implementación de viveros experimentales y la restauración de canales de riego y microrepresas.

Mejorando la gestión sostenible de camélidos

En el distrito de Pitumarca, en la provincia de Canchis, la Cooperativa de Servicios Múltiples ADIANES, trabaja para mejorar la gestión de sus camélidos, recuperando fibras de colores y generando valor agregado con hiladoras artesanales.

En Canchis saben que el agua es el punto de partida para la gestión sostenible de camélidos. Por ello, al inicio del proyecto realizaron jornadas participativas de identificación de fuentes de agua y terrenos aptos para la construcción de canales de riego, reservorios de agua y abrevaderos para el ganado.
 

Fortalecer las capacidades para la resiliencia también es una prioridad. Las comunidades se capacitan en prácticas de crianza de alpacas, sanidad, manejo de las praderas y cambio climático. También realizan pasantías a experiencias cercanas en el distrito de Ocongate para aprender sobre siembra y cosecha de agua y la transformación de fibra de camélidos reconociendo la importancia de su transformación para generar mayor valor agregado.

Los aprendizajes obtenidos en las pasantías les permiten generar valor agregado a partir de la fibra de camélidos. Pero, además, las familias que integran ADIANES se han capacitado en selección y clasificación de fibra de alpaca, así como la adecuación de equipos tradicionales de hilado con energía solar para mejorar la producción. Los resultados de estas innovaciones se verán reflejados próximamente en el incremento de su producción y en la mejora de sus ingresos.

Una experiencia similar se vive en la comunidad campesina Canchanura, ubicada en el distrito de Pomachanchi, en la provincia de Acomayo. Aquí hombres y mujeres unen esfuerzos para conservar sus ecosistemas y sus alpacas de color de las razas suri y huacaya.

Como punto de partida de este proyecto, la comunidad evaluó la condición de los pastizales en zonas de césped, pajonales y bofedales para identificas zonas adecuadas para implementar prácticas de regeneración. Con esta información las comunidades implementaron prácticas de manejo de pastizales compatibles con la crianza sostenible de camélidos. En la foto el presidente de la comunidad presenta los avances del proyecto ante una comitiva del PPD. Por otro lado, para fortalecer la producción textil de la fibra de camélidos, las comunidades han empezado a realizar pasantías a experiencias cercanas de Pitumarca, Marcapata y Ocongate para interactuar con otras organizaciones productoras y compartir saberes y experiencias. En la foto el presidente de la comunidad presenta los avances del proyecto ante una comitiva del PPD.

Agrobiodiversidad en la montaña Vinicunca

La Asociación Munay Kawsay, ubicada en el distrito de Cusipata, busca conservar, repoblar y generar valor agregado del tintín. Este fruto oriundo de los andes, similar a la gradanilla, cuenta con valiosas propiedades curativas y tiene el potencial de incorporarse a la creciente actividad turística de la montaña Vinicunca, garantizando la seguridad alimentaria.

Para empezar el proyecto se realizaron talleres sobre la importancia del manejo ambiental y la agroforestería para la conservación de especies forestales nativas. También se realizó una zonificación comunal de actividades productivas y agroforestales mediante mapas georreferenciados que permitieron identificar las áreas de intervención. Para la conservación del tintín se amplió el vivero comunitario donde crecen plantones de tintín (Passiflora pinnatistipula). Junto a ello los integrantes de la asociación han fortalecido sus capacidades para el desarrollo de buenas prácticas de producción y plantación.

Como parte del proyecto, Munay Kawsay viene realizando una investigación sobre las propiedades del tintín para evidenciar sus propiedades y articularla a la actividad turística, mediante un trabajo de Tesis de Pregrado en la Universidad Nacional del Altiplano.

Fortaleciendo la economía local con producción tecnificada

Por su parte, la comunidad campesina Santo Domingo, ubicada en el distrito de Acopia, en Acomayo, Cusco, se enfoca en la gestión hídrica y en la mejora de la producción tecnificada de cuyes para mejorar su economía local.

Como punto de partida elaboraron una zonificación de la microcuenca para georreferenciar las áreas de intervención y se realizó un diagnóstico situacional para la formulación del Plan Integral de Gestión de Microcuenca Santo Domingo. También delimitaron áreas de protección en cabeceras de microcuenca y han localizado zonas de cosecha de agua. Asimismo, se adquirieron 50 millares de esquejes de queñua las cuales se encuentran en producción en un vivero comunal.

Múltiples actores para un objetivo común

Estas iniciativas comunitarias forman parte del portafolio de proyectos de la séptima fase del PPD Perú que implementan conjuntamente el PNUD y el Ministerio del Ambiente. La Asociación Arariwa es encargada de brindar acompañamiento técnico oportuno a las comunidades para fortalecer su resiliencia y favorecer el escalamiento de las iniciativas en el paisaje Cusco.

Asimismo, las iniciativas son impulsadas por una mesa multiactor donde participan representantes del Gobierno Regional de Cusco, la Universidad Nacional San Antonio de Abad del Cusco (UNSAAC), las municipalidades distritales de Ccapacmarca y Acopia, entre otros actores de la sociedad civil.

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